Tú no te diste cuenta tal vez
de que nunca fuiste suficiente para mí
no te diste cuenta ni de los orgasmos fingidos
Ni los besos de fábula.
Aún cuando ya no te los daba.
No te diste cuenta tal vez
de lo frío de mi mano que tu ya no tomabas
Tampoco de la fuerza tuya diste cuenta en soledad
O de lo que era mía pero no compartida.
Ni del abrazo sin fuerza, del viento sin murmullo
O de esa luna que se quedó atrás de las nubes
sin iluminar un solo camino.
No todo lo que brilla es oro
y tú no te diste cuenta de nuestra falta de brillo
a pesar del mucho esmero que puse en pulir las cosas
en tu sonrisa, en tu cabello, en tu cadera
y en tu tiempo compartido.
Pero seguiste aferrada sin motivo sin razón
Ni siquiera a algo que se pudiera llamar amor
No me arrepiento de nada de lo sucedido.
Igual espero no te arrepientas de lo que no hiciste.
de que nunca fuiste suficiente para mí
no te diste cuenta ni de los orgasmos fingidos
Ni los besos de fábula.
Aún cuando ya no te los daba.
No te diste cuenta tal vez
de lo frío de mi mano que tu ya no tomabas
Tampoco de la fuerza tuya diste cuenta en soledad
O de lo que era mía pero no compartida.
Ni del abrazo sin fuerza, del viento sin murmullo
O de esa luna que se quedó atrás de las nubes
sin iluminar un solo camino.
No todo lo que brilla es oro
y tú no te diste cuenta de nuestra falta de brillo
a pesar del mucho esmero que puse en pulir las cosas
en tu sonrisa, en tu cabello, en tu cadera
y en tu tiempo compartido.
Pero seguiste aferrada sin motivo sin razón
Ni siquiera a algo que se pudiera llamar amor
No me arrepiento de nada de lo sucedido.
Igual espero no te arrepientas de lo que no hiciste.